
Desde su inicio, el baloncesto no ha dejado de evolucionar. En los inicios del siglo XX, de la mano del profesor Naismith, este deporte nació con 9 jugadores por equipo, fruto de los dieciocho alumnos de los que disponía Naismith. Con el tiempo, el número bajo a siete, hasta acabar dando los cinco jugadores que tenemos actualmente.
Cuando todavía no se podía hablar de ligas profesionales, el baloncesto contaba con tres posiciones en el campo. Guard o base, forward o alero y center o pívot. Con dos bases, dos aleros y un único pívot. Esta formación la podemos apreciar todavía en los boxscores que consultamos cada mañana, con las letras G, F y C.
Los bases eran los jugadores mas pequeños del equipo. Destacaban por su manejo del balón y su velocidad, y su función era la de subir y distribuir el balón a los demás jugadores. No se puede hablar de grandes tiradores o de triplistas consumados ya que la línea de triple tardaría unas décadas en llegar. Al conjunto de los bases se le denomina “backcourt”.
Los aleros eran jugadores mas grandes que los bases, menos rápidos, que se encargaban de la anotación. También hacían de nexo entre bases y pívot.
Los pívots eran los jugadores mas altos y fuertes del equipo. No se les podía considerar gigantes ni tipos pesados, en aquella época eran jugadores altos, fuertes, pero muy lejos de la actual concepción del pívot. Tampoco eran los dominadores que son ahora (aunque cada vez menos), por aquel entonces su función principal era la de colocarse en la zona y proteger la canasta, asegurar el rebote, anotar desde posiciones cercanas al aro y tratar de intimidar y taponar, aunque esta especialidad tardo años en considerarse parte del juego. Aleros y pívots recibirían la denominación de “frontcourt”.
Con la aparición de las ligas profesionales, sobre los años cuarenta, el baloncesto comenzó un camino de especialización en todos sus campos. Esta evolución trajo consigo una nueva división en las posiciones. De las tres posiciones anteriores, se paso a cinco. Las posiciones de base y alero se dividieron en dos, dando lugar a los “point guard” y los “shooting guard”, por un lado, y a los “small forward” y los “power forward” por otro. Es decir, base y escolta, alero y ala-pívot, más el citado pívot.
La división de los bases se produjo gracias a la mejora del manejo de balón y al mayor conocimiento del juego, por lo que ya no era necesario que dos jugadores desempeñasen ese papel. Gracias a esto, el segundo guard se empezó a dedicar a tareas mas ofensivas, convirtiéndose en un jugador mas rápido y con mayor talento ofensivo, pudiendo ayudar al base en tareas de dirección si se necesitase.
Ante una mayor presencia ofensiva de uno de los bases del equipo, la presencia de dos aleros se hizo innecesaria. Uno de ellos se mantuvo como exterior, mejorando sus prestaciones tanto ofensivas como defensivas, y dándole una gran versatilidad a esta posición. Actualmente vemos como los equipos tienen aleros ofensivos, defensivos, altos, bajos, que ayuden en el rebote, que acaparen el balón... probablemente la posición de alero sea la que mas variables ofrece dentro del juego.
El otro alero del equipo, ya con tres exteriores en el quinteto, tomo el camino del juego interior. Cada vez fueron apareciendo aleros mas altos, pesados, que basaban su juego en la pintura, pero que tenían mucha mas movilidad, tiro y visión de juego que los pívots.
Y por ultimo llegamos a los pívots, a los que la evolución, además de darles un compañero en la pintura, les ha hecho mas rápidos, ágiles, fuertes, y con una mayor presencia en el juego. Sin embargo, pese a este desarrollo, la posición de center no ha cambiado tanto como las demás, sin embargo, la evolución del baloncesto en los últimos años, y la escasez de pívots que se extiende por las ligas de todo el mundo me hace pensar que ese desarrollo esta cerca. Me atrevería a decir que en los próximos años veremos una división en esta posición. Cada vez mas equipos, ante la poca presencia de hombres puramente interiores, tienen que recurrir a la transformación de un ala-pívot en un pívot puro. Un claro ejemplo de esto serían Pau Gasol y los Lakers.
Gasol, que llego a la NBA siendo un espigado jugador, con un buen tiro exterior y una gran movilidad, tuvo que “transformarse” en un center ante la carencia interior de los Grizzlies. Los Lakers, además de colocar a Gasol en la citada posición de cinco, tuvieron que colocar a un alero alto, Lamar Odom, en el puesto de cuatro.
Ante esta despoblación de jugadores interiores, la posición de pívot realizara su división, al igual que las demás. Probablemente, lo más lógico seria la división en “small center” y “power center”. Los primeros serian jugadores intermedios entre el ala-pívot y el pívot. Hombres interiores con una altura alrededor de los 208cm., con una gran movilidad, fortaleza, intimidación y buen tiro de 4-5 metros, que les permita jugar de cara al aro. Amare Stoudemire seria el exponente mas claro. También se incluirían aquí todos los ala-pívots que se han visto obligados a ocupar la posición de cinco, como Duncan o Gasol.
Los “power center” serian los pívots puros de toda la vida. Los grandes dominadores de la pintura, altos, fuertes, que basan su juego en los alrededores del aro, de espaldas a canasta. Jugadores como Shaquille O’neal, Dwight Howard, Andrew Bynum o los grandes pívots pasados como Chamberlain, Bill Russel, etc.
Al igual que los equipos tienen bases que pueden correr o jugar lento, aleros muy ofensivos o muy defensivos, en un futuro tendrán que cubrir las posiciones interiores con pívots de las dos clases, lo que dotaría al este deporte de una mayor versatilidad y un dominio mayor de la pintura para los que mejor parejas de pívots puros tuviesen.
Como dicen, renovarse o morir, y en esta época que vivimos en la que todo esta estudiado y todos los equipos tienen un grupo de “scouts” analizando a los rivales, adaptarse a la evolución del juego puede ser la clave de las próximas dinastías.